Los benditos suspiros

Hoy, frente a la fiebre desmedida que existe por mi alrededor (y no por posero, que quede bien claro) decidí hacerme un blog, y bueno pues... escribir algunas cosas que pasan... y le puse como título una frase que un abuelo amigo mío constantemente decía.

Empezaba el día de domingo tranquilo, luego de una ¿agotadora? jornada como bombero en mi cía, y me fui a casa... a eso de las 2 de la tarde. En el hogar Nangles todo el día... (así como lo leen) todo, si, completo, la familia ve televisión y busca algo que hacer. Esa tarde decidieron entonces ir a casa de mi tía Marce. Yo no. Quería dormir por lo ¿agotador? del día sábado pues! Sin embargo, madre empezó a reventar el bendito fono:

- Aló?
- ...
- Aló Pablo! Vas a venir?
- mmm (saben que eso significa si)
- Ah bien!, si vienes, por favor, traeme mis chancletas celestes, mi chompa y un par de medias please!
- mmm (sabe que significa ya)
- Pero no te vayas a olvidar eh?
- mmm! (sabe que significa ya!)

Ante tanta insistencia, debí pararme, bañarme y salir en busca de las féminas Nangles. Al llegar... estaban comentando del programa de Gastón Acurio, que habían visto un lugar por la Benavides que hacían suspiros como los grandes (el nombre... ni me acuerdo ahorita). Jenafi, la fémina menor Nangles (la mayor es mi mamá) entonces dijo:

- Te estabamos esperando para ir... (?) (ah!, ¿me han levantado de mi lecho de descanso para que las lleve a pasear? bueno. Ya estaba ahi).

- ¿Adonde? (todo inocente yo)

- Es en la Benavides... es un lugar bien bacán que venden suspiros a la limeña... pero no nos acordamos la dirección...

- Pero choche... date cuenta que la Benavides tiene 751864298 cuadras...

- No importa, dicen que es en miraflores, o sea que debe estar al principio...

- Ya. Vamos pues.

Para esto, desde el Callao hasta Miraflores, el viaje fue sencillo, cantando y conversando sobre cualquier cosa. Al llegar a la Benavides, empezó la prueba de fuego... DONDE ESTA LA VAINA ESA? mi prima y Jenafi se pusieron de acuerdo para ver una cada lado... entonces estuvimos viendo... y viendo... y viendo... y viendo... terminó Miraflores, seguimos un poquito mas... llegamos a Higuereta... pasamos... y decidimos regresar. Al regresar nos dimos cuenta que estaba al frente casi del Parque Reducto, en la cuadra 11... pero... ESTABA CERRADA!!!! Chez. Que hacemos? Nada. Acerquémonos a ver el horario de atención. ¿creen que había? Nones.

El que se empezó como que medio-asar fui yo... porque me habían agarrado de chofer ad-honorem para buscar unos pinches suspiros, y nada pes... casi atropellar a un tigre en moto que dobló a la izquierda en Benavides con Larco (Ojo, cuando no debía, así que si le hacía algo era purita su culpa) terminar en el Palachinke... y así querer bajar de peso... como dice el comercial No "LAGO".

Que hacemos pues... A estar atentos nomás.